Estocolmo es la capital de Suecia y sus aproximadamente 900.000 habitantes la convierten en la ciudad más grande del país. Es una ciudad de gran belleza y los numerosos parques y espacios verdes que pueblan las catorce islas que forman Estocolmo convierten su visita en una auténtica delicia.
En ningún momento nos asalta esa sensación de estar en una gran ciudad. Además, cuenta con una excelente red de transporte público que combina metro, autobuses, tranvías y ferris. Independientemente del tiempo que pasemos en Estocolmo y de nuestras preferencias personales, los diez lugares que presento a continuación deberían estar bien alto en nuestra lista de prioridades a la hora de organizar una visita a la capital de Suecia.
-
Ayuntamiento

El Ayuntamiento de Estocolmo se construyó entre los años 1911 y 1923 y es obra del arquitecto sueco Ragnar Östberg. Se trata de uno de los edificios emblemáticos de la ciudad con su icónica torre de 106 metros de altura, coronada por las tres coronas que representan el escudo de armas de Suecia.
El ayuntamiento está en la isla Kungsholmen y la estación de metro más cercana es Radhuset. En el entorno de la estación tenemos destacados ejemplos de arquitectura civil como son el edificio de la Jefatura de la Policía o los juzgados municipales.
Es posible visitar el Ayuntamiento de Estocolmo con una visita guiada y en verano también tienen grupos en español. La visita comienza en el Salón Azul, que sirve de escenario cada 10 de diciembre al banquete en honor a los Premios Nobel.

El Salón Dorado es otro de los puntos álgidos del recorrido. Es visualmente deslumbrante, con sus paredes cubiertas por mosaicos que representan escenas de la historia del país. En total, se utilizaron dieciocho millones de piezas.

La torre está abierta de mayo a septiembre. La subida se hace en grupos de treinta personas y en total dura unos cuarenta minutos, pero no debemos preocuparnos porque es tiempo de sobra para subir sin tener que correr y disfrutar de las vistas. Además, podemos saltar el primer tramo de escaleras utilizando el ascensor.

El mirador de la Torre del Ayuntamiento ofrece unas magníficas vistas de la ciudad, especialmente de Gamla Stan, que es el núcleo histórico de la ciudad. El parque del ayuntamiento también es una bonita zona para descansar mientras disfrutamos de las panorámicas de la ciudad.

La visita guiada al ayuntamiento cuesta 110 coronas (11,5 euros) y tiene una duración de unos cuarenta y cinco minutos, mientras que para subir a la torre del ayuntamiento tenemos que pagar 50 coronas (5,2 euros) y disponemos de cuarenta minutos que se reparten entre la subida y la terraza.
-
Palacio Real

El Palacio Real de Estocolmo es la residencia oficial de los reyes de Suecia. Es un enorme complejo arquitectónico de más de seiscientas habitaciones y para visitar las secciones abiertas al público necesitaremos varias horas por lo que debemos calcular bien el tiempo de nuestra visita.
La visita al palacio propiamente dicha incluye los Apartamentos Reales, que son las estancias que usan los monarcas para las recepciones o donde se alojan las visitas de estado. Son las salas más ostentosas del palacio.
Hay que tener en cuenta que la entrada al Palacio Real de Estocolmo también nos da derecho a visitar el Museo Tre Kronor, donde tenemos la oportunidad de conocer la historia del antiguo Palacio de las Tres Coronas, que se levantaba en el terreno del palacio actual y fue destruido por un incendio en 1679.

También podemos visitar el Museo de Antigüedades de Gustav III, que cuenta con una nutrida colección de esculturas que atesoró el rey durante su reinado; la Capilla Real, la Armería Real y el Tesoro Real, donde, entre otras joyas, podemos admirar la espada del rey Gustav Vasa, quien forjó el reino de Suecia al separarse de Dinamarca en 1523.
Además, como en otros palacios de monarquías europeas, también en el Palacio Real de Estocolmo podemos disfrutar con el cambio de guardia.

La entrada combinada al Palacio Real y a la Iglesia de Riddarholmen cuesta 180 coronas (19 euros).
-
Catedral

La Catedral de Estocolmo es el templo más antiguo del centro histórico de la ciudad. Se construyó en el año 1279 y entre las obras de arte que guardan sus altos muros se encuentra la escultura de San Jorge y el Dragón, una obra hecha en madera que data de finales del siglo XV.
También son muy llamativos los lugares asignados a la familia real, los cuales no pasarán desapercibidos ya que son dos espacios reservados delante de los bancos con unas enormes coronas en la parte alta sostenidas por ángeles.

No es un templo de una riqueza visual apabullante como puedan serlo otras catedrales europeas pero desde el momento en que ponemos un pie dentro de la catedral nos sorprende su gran luminosidad que realza el ladrillo que podemos ver en columnas y nervios. Un interior que nos sorprende también porque no es lo que nos anticipa el exterior barroco del edificio.
La entrada a la catedral cuesta 60 coronas (6,3 euros).
-
Iglesia de Riddarholmen

La Iglesia de Riddarholmen es el panteón de la familia real sueca. En esta iglesia se hallan enterrados todos los reyes desde Gustav II Adolfo (muerto en 1632) hasta Gustaf V (muerto en 1950), con la excepción de la reina Cristina, quien abdicó del trono en 1654 y cuyos restos reposan en la Basílica de San Pedro de Roma.
La Iglesia de Riddarholmen se encuentra en el islote del mismo nombre y es el único templo de un monasterio medieval que se conserva en la capital sueca. La iglesia se abre al público todos los veranos.
La entrada combinada a la Iglesia de Riddarholmen y al Palacio Real cuesta 180 coronas (19 euros).

-
Gamla Stan

Gamla Stan es la ‘ciudad vieja’, el casco histórico de Estocolmo, un lugar para caminar sin prisas descubriendo unas callejuelas y rincones llenos de encanto. Es casi con toda probabilidad el área más turística de la ciudad por lo que está también llena de cafés y restaurantes y tiendas de recuerdos. La plaza de Stortorget es un buen lugar donde sentarse y ver gente.
Aunque muchos identifiquen Gamla Stan con una de las catorce islas que forman Estocolmo, en realidad la ‘ciudad vieja’ está formada por la isla de Stadsholmen, la mayor y el núcleo principal, y los islotes de Riddarholmen, Helgeandsholmen y Strömsborg, este último el más pequeño de todos.

El Palacio Real, la Catedral y la Iglesia de Riddarholmen son mis visitas imprescindibles en Gamla Stan pero hay más museos que pueden despertar nuestro interés, como, por ejemplo, el Museo de la Academia Sueca, si queremos conocer más sobre los Premios Nobel.

-
Museo Vasa

El Vasa es el único barco del siglo XVII que se preserva tal cual fue y ello a pesar de que se hundió nada más zarpar del puerto de Estocolmo el 10 de agosto de 1628. El navío permaneció 333 años en el fondo marino hasta que un 24 de abril de 1961, y en medio de una gran expectación, el Vasa emergió de las aguas.
Es entonces cuando se pone en marcha un ambicioso plan de reconstrucción y restauración para intentar devolver su antiguo esplendor al barco. El meticuloso proceso de recuperación del barco que podemos ver en un breve e interesante documental en el museo es tan fascinante, o más si cabe, que la propia historia del Vasa.
Pero esta titánica tarea de recuperación del Vasa, que requirió de décadas de trabajo, es un proceso vivo que se ha convertido en una lucha constante contra los elementos para alargar la vida del barco para que puedan disfrutarlo las generaciones venideras. De hecho, el Vasa conserva el 98% de su estructura original, incluyendo los mástiles y las velas.
El Museo Vasa está en la isla de Djurgarden, auténtico pulmón verde de Estocolmo y sede de otros muchos museos como el Museo Abba y Skansen o el parque de atracciones de Gröna Lund.
La entrada al Museo Vasa cuesta 130 coronos (13,5 euros).
-
Skansen

Sin abandonar la isla de Djurgarden, podemos ir a Skansen, el museo al aire libre más antiguo del mundo, donde podemos ver numerosos ejemplos de la arquitectura tradicional sueca. Dentro de Skansen se encuentra el zoo con ejemplares de animales de escandinavia. Además, las granjas tradicionales que podemos visitar cuentan con animales para que la experiencia sea más auténtica.
Podemos entrar en muchas de las construcciones donde los trabajadores del museo ataviados con los trajes tradicionales nos explican cualquier duda que podamos tener respecto a las costumbres de épocas pasadas.

Skansen es un museo para disfrutar especialmente durante los meses de verano cuando es posible hacer un pic nic en las muchas zonas verdes habilitadas para tal fin. Si la visita coincide con la fiesta del inicio del verano Midsummer, como fue en mi caso, tenemos que ir preparados para pasar más tiempo en las taquillas, aunque a cambio experimentaremos en primera persona el gran ambiente y espíritu festivo con que los suecos le dan la bienvenida oficial al verano.
La entrada al museo al aire libre Skansen cuesta 180 coronas (19 euros).
-
Paseo en barco

Estocolmo es una ciudad asentada sobre catorces islas, en el lugar donde se unen las aguas del mar Báltico con las del lago Mäalaren, por lo que una de las mejores maneras de acercarnos a su particular fisionomía es en barco.

Para ello podemos hacer diferentes recorridos, en mi caso, el Royal Canal Tour, que con una duración de una hora rodea Djurgarden y ofrece otra perspectiva de la ciudad.
El paseo en barco por el canal real cuesta 200 coronas (21 euros).
-
Metro

Pero no todos los atractivos de Estocolmo están en la superficie. También tenemos que dedicar parte de nuestro tiempo a viajar en metro y recorrer así algunas de sus estaciones más emblemáticas, que nos sorprenderán por sus detalles artísticos. No en vano, los habitantes de Estocolmo orgullosamente consideran los aproximadamente ciento diez kilómetros de la red de metro de la ciudad como la mayor galería de arte del mundo.
Algunas de las estaciones más espectaculares como T-Centralen seguro van a estar en nuestro itinerario aunque solo sea porque esta estación será probablemente nuestro punto de entrada a la ciudad si llegamos en tren desde el aeropuerto.

Pero hay otras como Kungsträdgarden, Radhuset, Hotorget, Thorildsplan o Stadion que captarán nuestra atención por su originalidad. Lo mejor es recorrer el metro durante un día festivo ya que podemos viajar hasta la estación deseada -la más alejada del punto de partida- y pasear por sus andenes en el tiempo que tarda en llegar el siguiente convoy de regreso. Además, evitaremos las multitudes que en la hora punta son notables.
-
Arquitectura de Östermalm

Finalmente, aunque el metro de Estocolmo es algo digno de ver, es posible que en estos momentos sintamos la imperiosa necesidad de salir a respirar aire fresco. Y nada mejor para ello que escoger la zona de Östermalm, de vistosa arquitectura. Sin duda, uno de los mejores distritos para pasear sin rumbo fijo contemplando los detalles arquitectónicos de las fachadas de sus edificios.
Algunas de las viviendas más suntuosas de la zona habremos tenido ocasión de admirarlas durante nuestro recorrido en barco ya que bordean el canal. Se trata sin duda de una de las zonas más exclusivas de la ciudad.

También cuenta Östermalm con numerosos parques que hacen el recorrido más agradable. De hecho, todo Estocolmo está lleno de zonas verdes, lo que unido a su ubicación hace de la ciudad un destino ideal para los que sean urbanitas y amantes de la naturaleza a partes iguales.

[…] kilómetros de la capital nos podemos plantear su visita como una excursión de un día desde Estocolmo. Uppsala es una bonita ciudad universitaria y podemos disfrutar de sus principales atractivos en un […]
Me gustaMe gusta