La Antigua Guatemala, amor a primera vista

La Antigua Guatemala es una ciudad que enamora desde el momento en que uno pisa sus calles empedradas. Así que, después de una hora de camino desde al aeropuerto de Guatemala por unas carreteras saturadas de tráfico y esmog, llegar a esta pequeña joya colonial fue como encontrar un oasis en el desierto.

Los cuatro días que pasé recorriendo sus calles no hicieron más que reafirmar esa primera impresión. Antigua es, sin duda, una de las ciudades más bonitas de Latinoamérica.

La Antigua Guatemala es un destino para los amantes del turismo cultural. De hecho, su riqueza patrimonial la ha hecho acreedora de figurar, desde 1979, en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco. «Construida con arreglo a un trazado en damero inspirado en los principios del Renacimiento italiano, Antigua llegó a poseer en menos de tres siglos un gran número de monumentos soberbios», nos recuerda la Unesco.

5a AVENIDA NORTE

Los lugares de interés de Antigua están concentrados en una zona no excesivamente grande por lo que podemos desenvolvernos a pie. En el centro de la ciudad, el trazado en cuadrícula de las calles hace que la orientación sea muy sencilla. Así, partiendo del Parque Central, las avenidas corren paralelas al eje norte-sur, mientras que las calles van de oeste-este.

No obstante, si en algún momento no queremos caminar podemos hacer uso de los tuk-tuks, aunque con ellos no vamos a poder llegar hasta el Parque Central porque en esa cuadra tienen la circulación restringida. Solo recurrí a ellos en una ocasión y pagué unos dos euros (15 quetzales) para un trayecto corto. Lo mejor es preguntar el precio antes de subir pero no deberías pagar más de eso para los desplazamientos en el centro.

TUK TUK

Pero lo mejor para disfrutar de La Antigua Guatemala es caminar sin prisas por sus calles empedradas y dejarnos sorprender por las grandiosas fachadas barrocas de los conventos e iglesias que hace siglos dieron esplendor a la ciudad, muchas de las cuales se han visto reducidas a ruinas debido a la implacable acción de la madre tierra que asoló La Antigua a golpe de terremotos.

La Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala se fundó en 1524. El primer asentamiento fue devastado por el fuego y tres años después sería refundada, aunque tan solo transcurrieron quince años hasta que la ciudad fue sepultada por una avalancha en 1541. Finalmente, en 1543 se escogió una nueva localización y durante más de dos siglos La Antigua se convirtió en la capital de la Capitanía General de Guatemala.

UN AUTOBÚS RECORRE EL CENTRO

A lo largo de más de doscientos años la ciudad resistió el envite de inundaciones, erupciones volcánicas y terremotos, hasta que en 1773 un seísmo devastó la ciudad y el capitán general se vio obligado a trasladar la capital, lo que resultó en la fundación en 1776 de Nueva Guatemala de la Asunción, la actual Ciudad de Guatemala.

Hoy en día la ciudad vive volcada al turismo y el trabajo de recuperación de sus numerosos monumentos continúa, como pude comprobar en diversas ocasiones durante mi visita.

Al ser el turismo su principal industria, existe una amplia oferta de alojamientos con encanto y para todos los bolsillos. Yo opté por el Hotel San Rafael, un hotel boutique situado en la 2a Calle Poniente, a un paso del famoso Arco de Santa Catalina, que cuenta con solo siete habitaciones donde la frase «alejarse del mundanal ruido» adquiere su pleno significado. Un lugar tranquilo y muy acogedor que cuenta además con un delicioso desayuno.

La Antigua también se disfruta por la noche, cuando la iluminación nos ofrece otra visión de las fachadas barrocas que pueblan la ciudad.

Parque Central

Toda visita a La Antigua Guatemala debería comenzar en el Parque Central, la plaza mayor, ya que además de reunir a su alrededor destacados edificios, es un buen lugar para tomar el pulso a la ciudad mientras descansamos a la sombra sentados en alguno de sus bancos o mientras degustamos un rico café. Fue aquí donde funcionó el primer mercado de la ciudad hasta bien entrado el siglo XX.

PARQUE CENTRAL

En el lado sur de la plaza se encuentra el Palacio de los Capitanes Generales, que acoge el Museo de Santiago de los Caballeros, donde podemos ver una colección de objetos de la época colonial. Su construcción se inició en 1558 y sirvió como casa de gobierno de la Capitanía General de Guatemala, un territorio que abarcaba desde el actual estado mexicano de Chiapas hasta Costa Rica.

Lo que más me impresionó del Palacio de los Capitanes Generales fueron las recias columnas de su pórtico, algo que a la postre fue decisivo para su conservación, ya que el edificio estuvo a punto de ser demolido cuando el capitán general Martín de Mayorga ordenó trasladar los materiales de la construcción a la nueva capital. Sin embargo, las columnas resultaron ser demasiado pesadas para su traslado a la actual Ciudad de Guatemala.

En el lado este del Parque Central se encuentra la Catedral de San José, que fue en su momento uno de los mayores templos de América, aunque la catedral que podemos ver hoy día es mucho más pequeña. De hecho, solo tras visitar las ruinas que se encuentran tras la catedral somos conscientes del enorme tamaño de la construcción original. Nuevamente, los terremotos de 1773 dañaron la estructura.

La otra construcción emblemática del Parque Central es el Palacio del Ayuntamiento, que se encuentra en la cara norte, en frente del Palacio de los Capitanes Generales. Desde la terraza de la segunda planta del Ayuntamiento se disfruta de una bonita panorámica de toda la plaza y si las nubes lo permiten del Volcán de Agua.

Las trabajos en el Palacio del Ayuntamiento se iniciaron en 1740 y fueron dirigidos por el arquitecto Diego de Porres. Ya entonces la construcción se hizo a prueba de terremotos con techos más bajos y muros de hasta un metro de espesor. Unas técnicas constructivas que también se pueden observar en otras construcciones de la época como la Merced.

PALACIO DEL AYUNTAMIENTO

Otro edificio de gran belleza, a un costado del Palacio de los Capitanes Generales sobre la 5a Calle Oriente, es el Museo de Arte Colonial, que está instalado en la que fuera la Real Universidad de San Carlos Borromeo.

MUSEO DE ARTE COLONIAL

Fue la tercera universidad que se fundó en Latinoamérica y la única del país hasta 1954. Hoy en día sigue siendo un centro de enseñanza de gran prestigio aunque su sede original se ha convertido en un Museo de Arte Colonial. Tengo que reconocer que no entré sino que tan solo me asomé para contemplar su bonito patio porticado.

Arco de Santa Catalina

ARCO DE SANTA CATALINA

El Arco de Santa Catalina es la imagen icónica de La Antigua Guatemala. Se encuentra en el principal eje de la ciudad, la 5a Avenida Norte, entre las calles 1 y 2, que une la plaza mayor con la de la Merced, y no te cansarás de contemplarlo.

El arco formaba parte del Convento de Santa Catalina Virgen y Mártir. Poco queda del convento porque con el tiempo fue dividido en parcelas privadas. El terreno que ocupaba el claustro ahora es el Hotel Convento de Santa Catalina y en las ruinas de la iglesia se almacenan andas procesionales de Semana Santa, aunque tan solo podemos echar un vistazo a través del portón ya que el acceso está cerrado.

ARCO DE SANTA CATALINA

El Arco de Santa Catalina se construyó en 1694 para que las monjas de clausura pudieran cruzar la calle sin interactuar con la gente. El terremoto de 1773 provocó daños en el convento y el arco, lo que conllevó el abandono del convento tres años después. El reloj que vemos hoy es un añadido posterior, concretamente de finales del siglo XIX. Resultó nuevamente dañado en el terremoto de 1976 aunque ya luce completamente restaurado.

El Arco de Santa Catalina es, casi con toda seguridad, el monumento más fotografiado de la ciudad y no es para menos ya que enmarca hacia el norte la Iglesia de la Merced y hacia el sur el Volcán de Agua, aunque este último me fue esquivo porque se empeñaba en ocultarse detrás de las nubes.

Iglesia y Convento de la Merced

IGLESIA LA MERCED

La Iglesia y el Convento de la Merced se levantan sobre la coqueta plaza que enmarcan la 1a Calle Poniente & 6a Avenida Norte. Se trata de otro de los iconos de La Antigua Guatemala, junto con el Arco de Santa Catalina.

La Iglesia de la Merced es la más reconocible de Antigua por el amarillo de su fachada, la cual está ricamente decorada en estuco. El interior probablemente nos decepcione tras contemplar la elaborada fachada, ya que es mucho más austero. La iglesia tuvo la fortuna de soportar el terremoto de 1773, fruto de las mejores técnicas constructivas que se aplicaron.

IGLESIA LA MERCED

Por su parte, en el Convento de la Merced se encuentra la Fuente de los Peces, así llamada porque durante la época en que el convento estuvo funcionando en sus aguas se pescaban los peces para alimentar al centenar de monjes que lo habitaban. Es supuestamente la mayor fuente de toda Centroamérica.

En el Convento de la Merced podemos subir también a la segunda planta del claustro, la cual ha perdido todas sus columnas, para obtener diferentes perspectivas de la Iglesia de la Merced.

CONVENTO DE LA MERCED

Convento de San Jerónimo

El Convento de San Jerónimo está en el cruce de la Alameda de Santa Lucía con la 1a Calle Poniente. Como tantas otras construcciones de La Antigua Guatemala, el edificio se abandonó tras el seísmo de 1773.

CONVENTO DE SAN JERÓNIMO

El Convento de San Jerónimo se construyó en 1757 pero se cerró pocos años después porque los trabajos de construcción se iniciaron sin el permiso de la corona española y se ordenó su demolición, que solo pudo evitarse porque se instalaron en el edificio las oficinas de la Real Aduana.

Iglesia y Convento de la Compañía de Jesús

El Convento de la Compañía de Jesús está en la 6a Avenida Norte, entre las calles 3 y 4. Es una de las visitas imprescindibles de La Antigua porque ha sido objeto de una cuidada restauración, si bien la iglesia está en ruinas, pues sucumbió al terremoto de Santa Marta el 29 de junio de 1773, que también dañó parte del convento.

IGLESIA DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS

Los jesuitas llegaron a Antigua Guatemala en 1607 y ese mismo año fundaron el Colegio San Lucas, que se convirtió en uno de los más prestigiosos centros de enseñanza de la ciudad. El convento fue abandonado en 1767 después de que el rey Carlos III ordenara la expulsión de los jesuitas de todo los territorios del Reino de España.

El convento poseía dos hermosos claustros que hoy en día lucen radiantes gracias a la restauración llevada a cabo por el gobierno de España. De hecho, ahora acoge el Centro de Formación de la Cooperación Española en La Antigua Guatemala, dependiente de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid).

CONVENTO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS

Pero tras su abandono y hasta su posterior recuperación sus terrenos sirvieron como fábrica de tejidos y ya en el siglo XX funcionó como mercado entre 1912 y 1976, cuando un terremoto provoca importantes daños en los claustros del convento.

Finalmente, en 1992 se inicia el proceso de restauración según el proyecto de la AECI con la colaboración del Consejo Nacional para la Protección de La Antigua Guatemala que se extendería hasta el 2007. Gracias a ese arduo trabajo hoy día podemos ver los colores que lució en su apogeo, el rojo de la fachada y el azul, junto al amarillo, en el interior.

CONVENTO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS

Actualmente, en el Patio de la Huerta hay un café donde podemos hacer una pausa tras la visita, al que también podemos acceder directamente desde la entrada que tiene en la 7a Avenida Norte.

Convento de Santa Clara

CONVENTO DE SANTA CLARA

El Convento de Santa Clara está en la 7a Avenida Sur, entre las calles 6 y 7. Fue fundado por las monjas clarisas en 1699. Originalmente tenía una cubierta de azulejos pero la iglesia y el convento sucumbieron al terremoto de 1717. A pesar de ello, se reconstruyó y expandió siendo reinaugurado en 1734, hasta que el terremoto de 1773 lo devastó y fue abandonado.

Ya en el siglo XIX fue ocupado y sus moradores plantaron maíz en los terrenos hasta que nuevamente la tierra tembló en 1874 y se encargó de derruir lo que quedaba en pie. Finalmente, una vez que La Antigua fue declarada Monumento Nacional, el Gobierno reubicó a la gente que aquí vivía y acondicionó las ruinas para hacerlas aptas al público.

CONVENTO DE SANTA CLARA

La portada de la iglesia es una maravilla. De hecho, la entrada de la iglesia no se puede ver desde la calle, así que cuando nada más cruzar el umbral de acceso nos topamos con esta obra maestra de la arquitectura barroca nos quedamos boquiabiertos.

Iglesia y Convento de San Francisco

La Iglesia y el Convento de San Francisco ocupan una gran extensión de terreno en la Calle de los Pasos, entre las calles 7 y 9. La Iglesia de San Francisco es un lugar de peregrinación para los guatemaltecos ya que es aquí donde se encuentra la tumba del santo Hermano Pedro de San José Betancourt, quien nació en las isla canaria de Tenerife.

IGLESIA DE SAN FRANCISCO

La primera iglesia que construyeron los franciscanos en Antigua data de 1541, aunque estaba a unos cientos de metros de su ubicación presente. Esa iglesia resultó dañada en el terremoto de 1575 y fue entonces cuando decidieron construir el nuevo templo en la ubicación actual. El arquitecto Diego de Porres concluyó la obra en 1702.

Aunque esa iglesia tampoco resistiría la sacudida de los terremotos del siglo XVIII con lo que el complejo se abandonó. No sería hasta la década del sesenta del siglo pasado cuando el terreno fue devuelto a los franciscanos, quienes se encargaron de acometer su restauración. De este modo, la torre norte se reconstruyó en 1967, mientras que la sur está tal cual quedó después del terremoto de 1773.

CONVENTO DE SAN FRANCISCO

Como dato curioso hay que mencionar que era el Convento de San Francisco el que albergó originalmente la gran fuente que ahora podemos contemplar en el Convento de la Merced. Aunque poco queda del convento, la visita a San Francisco es muy recomendable ya que es aquí donde sentimos la devoción que el Hermano Pedro suscita entre la población.

Calle de Los Pasos e Iglesia del Calvario

CALLE DE LOS PASOS

La Calle de los Pasos es donde tienen lugar las procesiones en Semana Santa y es por eso que a lo largo de la calle podemos ver las Estaciones de la Cruz, pequeñas capillas que simbolizan el camino de Jesús hasta el Calvario.

De hecho, según la tradición religiosa Jesús dio 1.322 pasos hasta el Monte Calvario donde fue crucificado y en esta calle hay que dar igual número de pasos desde la Iglesia de San Francisco hasta la Iglesia del Calvario

La Iglesia del Calvario se empezó a construir en 1618 y la entrada de tres puertas se añadió un año después. El terremoto de 1717 destruyó parcialmente la entrada y la mayor parte de la iglesia aunque en apenas dos años se reconstruyó. También resultó dañada en el terremoto de 1773 y fue objeto de una nueva restauración en el siglo XIX. En el jardín anexo a la iglesia se encuentra el árbol que plantó el Hermano Pedro el día de su 31 cumpleaños (el 25 de abril de 1657), un esquisúchil de más de 350 años.

IGLESIA EL CALVARIO

Convento de Santo Domingo

Las ruinas del Convento de Santo Domingo, que en su día fue el más grande y suntuoso de toda la ciudad, están integradas en el Hotel Casa de Santo Domingo y por el gran número de espacios expositivos que acoge es una de las visitas más gratificantes de  La Antigua Guatemala. Se encuentra en la 1a Avenida Norte, entre la Calle de Rubio y la 3a Calle Oriente.

MUSEO CONVENTO DE SANTO DOMINGO

El convento fue construido por los dominicos en 1551 y quedó destruido en el terremoto de 1773. En 1970, el arqueólogo estadounidense Edwin M. Shook compró los terrenos y estableció aquí su residencia, aunque realizó extensos trabajos arqueológicos cuyo fruto es el que vemos en la actualidad. No fue hasta finales de los años ochenta del siglo pasado cuando se habilitó como hotel.

El recorrido que hacemos toma el nombre de Paseo de los Museos, que es una ruta lineal que recorre el terreno de los antiguos Convento de Santo Domingo y Colegio Mayor de Santo Tomás de Aquino donde se han instalado, nada más y nada menos, que seis interesantes museos donde vamos a tener la oportunidad de conocer más sobre el pasado colonial y las tradiciones de Antigua.

MUSEO CONVENTO DE SANTO DOMINGO

Nada más entrar por la 1ª Avenida Norte nos encontramos con el Museo de Farmacia y el Museo de Artes y Artesanías Populares de Sacatepéquez. Según avanzamos en nuestro recorrido tenemos ocasión de observar el área arqueológica del Colegio Santo Tomás de Aquino.

El siguiente punto de interés es la Sala Marco Augusto Quiroa, que está reservada para exposiciones temporales. En el momento de mi visita, había una selección de obras plásticas modernas y una muestra de fotografías.

MUSEO CONVENTO DE SANTO DOMINGO

El Museo Arqueológico está ubicado en el antiguo refectorio del convento. Junto a él está uno de los espacios que más me gustó, el Museo de Arte Precolombino y Vidrio Moderno. Es fascinante porque contrapone piezas arqueológicas de la época maya con creaciones contemporáneas de vidrio, entre las que destacan por abrumadora mayoría las obras de diseño escandinavo.

En el claustro mayor nos vamos a encontrar la fuente, aunque la que se encuentra en el convento es una réplica ya que la original se ha colocado en una plaza cercana sobre la misma 1a Avenida Norte.

MUSEO CONVENTO DE SANTO DOMINGO

En esta zona también vamos a caminar por lo que fuera la Iglesia y la Capilla de Nuestra Señora del Calvario y la Cripta del Calvario y del Monje. Y aquí es donde encontramos los dos últimos museos, el Museo de Arte Colonial y el Museo de la Platería en la Cripta de los Claustros.

El punto final de la visita lo constituye la Capilla de los Nichos y la Cripta Conventual. Si decidimos alojarnos aquí podemos rematar el recorrido con un chapuzón en la piscina del hotel, además como huéspedes del hotel estamos exentos de pagar el ticket de entrada.

Convento de las Capuchinas

CONVENTO DE LAS CAPUCHINAS

El Convento de las Capuchinas, cuyo nombre oficial es Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza. está ubicado en la 2a Calle Oriente & 2a Avenida Norte. Su construcción se aprobó en 1725 y el arquitecto Diego de Porres se encargó de completarlo en 1736. Sufrió daños tras el terremoto de 1751 pero siguió en activo hasta que fue finalmente abandonado en 1773.

El convento se vendió en 1813 y entre otros usos que se le dieron a sus terrenos está el secado de café. En la década de los cincuenta del siglo XX se iniciaron los trabajos de restauración y hoy en día es sede del Consejo Nacional para la Protección de La Antigua Guatemala. Gracias a ello estamos ante uno de los conjuntos conventuales mejor conservados de la ciudad. También alberga un pequeño museo de arte colonial.

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