Nara fue la capital de Japón entre los años 710 y 784 y posee un conjunto histórico de gran valor que fue incluido en la Lista de Patrimonio Mundial por la Unesco en 1998, por lo que constituye una visita esencial para todo aquel que viaje a Japón por vez primera.
Nara se puede visitar desde Kioto u Osaka y en un día nos dará tiempo a disfrutar de los principales atractivos de la ciudad ya que la mayoría se concentran en el Parque Nara, entre ellos los templos budistas Todai-ji y Kofuku-ji y el santuario sintoísta Kasuga-Taisha.
Evidentemente, si disponemos de más tiempo podremos aventurarnos a explorar otros lugares de la ciudad que también acogen importantes activos patrimoniales como los templos Yakushi-ji, Gango-ji y Toshodai-ji, los cuales, junto con los mencionados anteriormente y el complejo arqueológico del Palacio Real, conforman el conjunto de monumentos catalogados como Patrimonio de la Humanidad.
En mi caso, realicé una excursión de un día desde Nara y me concentré en los atractivos que ofrece el Parque Nara, que ya de por sí son muchos. En el parque también viven numerosos ciervos, que hace siglos eran considerados animales sagrados, aunque hoy en día ya no gozan de ese estatus. Estas son algunas de las fotos que realicé durante mi visita.